viernes, 30 de enero de 2009


ESQUEMA CORPORAL

EL ESQUEMA CORPORAL


Según Robert Rigal, el esquema corporal representa la conciencia total, el modelo interno que nosotros tenemos de nuestro cuerpo o de sus partes en el espacio, en movimiento (dinámico del cuerpo) como así también en reposo (geometría del cuerpo).

Según los especialistas, el desarrollo del esquema corporal tiene todo un proceso, depende de la maduración neurológica como también de las experiencias que el niño tenga, la cual alcanza su pleno desarrollo a los 11 o 12 años.


El esquema corporal es producto de un desarrollo progresivo ontogenético y a partir de las siguientes sensaciones:
a) Interoceptivas, (viscerales).
b) Exteroceptivas, fundamentales logradas por la vista y el tacto.
c) Propioceptivas, que nos vienen de los músculos, tendones y articulaciones, y nos informan sobre la contracción o relajación del cuerpo. (Percepciones de posición y tono muscular).
A lo largo de su evolución psicomotriz, la imagen que el niño se forma de su propio cuerpo se elabora a partir de múltiples informaciones sensoriales de orden interno y externo que este percibe.
Desde el punto de vista evolutivo, primero se dan las sensaciones interoceptivas, la sensibilidad del tubo digestivo y la actividad bucal a partir del nacimiento. A partir de la alimentación y de las funciones excretorias, el niño va experimentando vivencias acerca de su propio cuerpo.
En un segundo momento, los niños experimentan sensaciones de origen cutáneo, es decir a partir de la piel o el tacto, esto dará paso a las sensaciones exteroceptivas, pues descubrirá sus manos como parte de sí mismo y como nexo entre el mundo exterior y su mundo interno. Las manos no sólo son parte de su cuerpo sino instrumentos de exploración. Posteriormente irá descubriendo otras partes de su cuerpo, como sus pies y poco a poco los irá incorporando a su esquema corporal.
A medida que el niño desarrolle destrezas motoras, sea capaz de caminar, desplazarse y adoptar posturas más complejas irá recibiendo información de las diferentes posiciones que adopta e irá tomando conciencia de que ese cuerpo le pertenece. A los tres años, el niño ya tomará conciencia de que su manos, pies, tronco y empezará a manejarse como un todo, irá descubriendo su imagen total.
La organización del esquema corporal es el punto de partida de numerosas posibilidades de acción y juega un papel de suma importancia en el desarrollo de los niños
Etapas de elaboración del esquema corporal (Pierre Vayer)

Primera etapa: Del nacimiento a los dos años (Periodo maternal)

Empiezan a enderezar y mover la cabeza.
Enderezan a continuación el tronco.
Llegan a la posición sentado con el apoyo primero y luego sin apoyo.
La individualización y el uso de los miembros los llevan progresivamente a la reptación y luego el gateo.
El uso de los miembros le permite la fuerza muscular y el control del equilibrio, esto a su vez le permite:
El enderezamiento hasta la postura erecta.
El equilibrio y posición de pie con ayuda y luego sin ella.
La marcha.
Las primeras coordinaciones globales asociadas a la prensión

Segunda etapa: De los dos a los cinco años

A través de la acción, la prensión se hace cada vez más precisa, asociándose una locomoción cada vez más coordinada.
La motricidad y la cinestesia (sensación por el cual se percibe el movimiento muscular, posición de nuestros miembros) permiten al niño el conocimiento y la utilización cada vez más precisa de su cuerpo entero.
La relación con el adulto es siempre un factor esencial de esta evolución que permite al niño desprenderse del mundo exterior y reconocerse como un individuo autónomo.

Tercera etapa: De los cinco a los siete años (Periodo de transición)

El desarrollo de las posibilidades del control muscular y el control respiratorio.
La afirmación definitiva de la lateralidad (predominio de uno de los lados de nuestro cuerpo).
El conocimiento de la derecha y la izquierda.
La independencia de los brazos con relación al cuerpo.

Cuarta etapa: De los siete a los once-doce años (elaboración definitiva del esquema corporal)

Gracias a que el niño toma conciencia de las diversas partes del cuerpo y el control del movimiento se desarrolla:
La posibilidad de relajamiento global o segmentario (de su totalidad o de ciertas partes del cuerpo).
La independencia de los brazos y tronco con relación al tronco.
La independencia de la derecha con relación a la izquierda.
La independencia funcional de diversos segmentos y elementos corporales.
La transposición del conocimiento de sí al conocimiento de los demás.
A partir de esta etapa, el niño ya habrá conquistado su autonomía. A medida que toma conciencia de las partes de su cuerpo y de su totalidad, será capaz de imaginarse o de hacer una imagen mental de los movimientos que realiza con su cuerpo, esto permitirá planear sus acciones antes de realizarlas.

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